Un vecino de Berlanga ha sido detenido en el marco de una operación para desarticular una red internacional que se dedicaba al tráfico ilegal de aves protegidas. En total se han detenido a nueve personas, siendo el pacense el único que ha sido apresado en España. El resto han sido capturados en Francia, Bélgica, Holanda y Alemania.

La operación, que se ha desarrollado de manera conjunta con la policía belga a lo largo de los dos últimos años, ha permitido intervenir sólo en España 22 ejemplares de estas aves protegidas que se encontraban en malas condiciones, así como los restos de otras 36 que se encontraban congeladas en un arcón frigorífico.

La Policía considera que el vecino de Berlanga se dedicaba a expoliar nidos de rapaces en distintos puntos de la geografía española para comerciar con sus crías y huevos. Una vez registrada su vivienda, los agentes comprobaron que en el interior del frigorífico se encontraban las aves congeladas intervenidas.

La investigación ha permitido constatar la existencia de un tráfico internacional de especies protegidas entre España, Francia, Bélgica, Holanda y el Reino Unido, con ramificaciones en las antiguas repúblicas soviéticas, República Checa, Austria, Italia y Alemania.

Fruto de estas pesquisas, los agentes españoles detectaron un grupo de personas dedicado a expoliar nidos de aves rapaces protegidas en distintos puntos de la geografía española, para comerciar a nivel internacional con sus crías y huevos.

RAPACES Finalmente los investigadores localizaron y detuvieron al principal organizador de este entramado en España y se procedió a la intervención de cinco cernícalos primilla, dos cernícalos patirrojos, un halcón Harris, ocho águilas perdiceras, tres águilas perdiceras africanas, un halcón vespertinus y dos chovas piquirrojas. Las aves se encontraban en malas condiciones en jaulas habilitadas para su estancia temporal antes de ser vendidas.

Bélgica es el país en el que mayor número de miembros de la red han sido detenidos, con seis integrantes. Los otros tres se ubicaban en el Reino Unido, Alemania y España.

Si el vecino de Berlanga se dedicaba a capturar a los animales, el resto de los miembros falsificaban los documentos acreditativos de la tenencia de los animales (CITES), y de los elementos que los identifican (anillas). También se ocupaban de contactar con los compradores de las aves de rapiña en países como Emiratos Arabes donde las especies protegidas alcanzan precios muy elevados.

Además de los detenidos y de las aves, se han incautado 1,5 millones de euros procedentes de las cuentas bancarias del principal responsable.

La investigación ha sido desarrollada conjuntamente por agentes del Grupo de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la UDEV de la Comisaría General de Policía Judicial y la Policía Federal Judicial de Bélgica, con la colaboración técnica de la Autoridad Cite del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, así como de los técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura.