Los dos trabajadores fallecidos esta mañana en Alburquerque realizaban sus labores en la construcción de una balsa de purines, según ha confirmado el alcalde, Ángel Vadillo, en declaraciones a Europa Press Televisión, y anuncia la declaracióan de dos días de luto en la localidad.

Los dos obreros murieron al quedar sepultados por un muro de hormigón. Hacia las 9.30 de la mañana fueron encontrados sus cadáveres por el guarda de la finca Mariajara, donde los fallecidos estaban a punto de concluir la obra en la que trabajaban cuando "se les ha venido encima una de una de las paredes, de dos metros" que habían terminado. Las razones del derrumbe se desconocen hasta el momento, si bien se están investigando.

La finca se encuentra en el kilómetro 25 de la carretera Ex-110.

El alcalde precisa que ambos trabajadores --Daniel Mayo, de 40 años, y Gregorio Gemio, de 51-- estaban casados y tenían dos hijos cada uno.

Asimismo, lamenta con consternación "la tremenda" muerte de los trabajadores en una obra que, a su parecer, "no era complicada" y que "estaba prácticamente terminada". "Para mí es una de las peores muertes que hay" y apunta que "murieron en el acto".

Los cadáveres han sido trasladados al Anatómico Forense de Badajoz, donde mañana se les practicará la autopsia.

El alcalde de Alburquerque reitera su pesar por la trágica muerte de "dos buenas personas", vecinos muy queridos y conocidos en el municipio.

Por su parte, uno de los primos hermanos de Gregorio, quien acababa de conocer la fatal noticia por el alcalde, apostilla que la muerte de los dos obreros "es un buen palo" para las familias.