En el marco del programa Monesterio Ciudad Gastronómica Extremeña 2.019, se ha celebrado la primera, de las tres jornadas de intercambio gastronómico profesional, que forman parte de las actividades de clausura de la programación que se desarrollando a lo largo de todo el año. La actividad, que se celebró en el Pabellón de Cristales, contó con la presencia del diputado provincial Lorenzo Molina, el alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, y los cocineros Antonio Parra Atienza, del restaurante El Rinconcillo, y Vicente Paraiso Grenho, de la pousada Santa Luzia, de Elvas.

Ante la presencia de profesionales, alcaldes y concejales de la comarca, Molina destacó «el trabajo» del ayuntamiento para convertir a la localidad en «referente gastronómico del sur de la provincia de Badajoz». Subrayó que la autovía A-66, cuya construcción «parecía un inconveniente, se ha convertido en una gran ventaja», pues ha puesto Sevilla a 45 minutos de Monesterio. Otra ventaja, expresó, es «el modelo económico» basado «en la gastronomía de calidad».

Este «tirón», sostuvo, «se nota en toda la comarca de Tentudía», con lo que ello supone para «mantener la población en todos nuestro municipios».

Garrote puso en valor «el trabajo de los empresarios hosteleros, que por vez primera trabajan en un proyecto conjunto», e incidió en que Monesterio no es sólo jamón, pues estas jornadas ponen de relieve la cocina de la dehesa.

El programa se inició con una proyección sobre Elvas, seguida de una mesa redonda y de cocina en vivo. Los cocineros Vicente Paraíso, María Alice y Joao Filipe elaboraron platos típicos lusos: caldo verde, bacalhau dourado y migas alentejanas. La jornada concluyó con un taller enológico con maridaje de vinos de ambos lados de la raya y la degustación, por parte de los asistentes de los platos elaborados en directo.

Los próximos intercambios serán el día 25 de noviembre con Santoña (Cantabria) y el 2 de diciembre con Barbate (Cádiz).