Las últimas lluvias sobre la comarca de Tentudía comienzan a surtir efecto sobre la cantidad de agua embalsada en el pantano del que se abastecen las localidades de este territorio. Según los últimos datos dados a conocer por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, a primero de mes, el pantano se encontraba al 52,2% de su capacidad, cantidad que supera ligeramente los datos del pasado año por estas fechas.

Las lluvias de las últimas semanas, superan en 113 mm, a las precipitaciones de 2020, con lo que es la primera vez, en lo que llevamos de año hidrológico, que la presa supera la cantidad de agua embalsada con respecto al ejercicio anterior. El año pasado por estas fechas el pantano se encontraba al 52% de su capacidad, con 2,6 hectómetros cúbicos de agua.

Suministro

SuministroTeniendo en cuenta los datos actuales y la comparativa con los del año anterior, el suministro de agua potable para las viviendas, las industrias y el extrarradio de la comarca, estaría garantizado. No obstante, tanto desde la mancomunidad de Tentudía, como desde algunos de sus municipios, se continúa con las campañas de ahorro, tendentes a intentar alargar en el tiempo, lo máximo posible, las cantidades de agua almacenadas.

Las reducidas dimensiones de la presa de Tentudía, de sólo 5 hectómetros cúbicos, y la cantidad de localidades a las que abastece, provocan que prácticamente, cada año, se vivan situaciones de alerta.

Esta realidad viene generando que en épocas de poca pluviosidad, (que cada vez vienen siendo más frecuentes), la presa descienda rápidamente su nivel. La solución, insisten desde la mancomunidad, pasa por la construcción de un nuevo pantano, para lo cual se viene trabajando, desde hace bastante tiempo, con las diferentes administraciones responsables de esta iniciativa, cuyo proyecto, incluso se encuentra incluido en el Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadiana. Esta sería la mejor de las distintas opciones, ya que añadiría 14 hectómetros cúbicos más a los 5 actuales. La presa iría ubicada en la cuenca del río Ardila, y uno de los principales escollos que presenta la aprobación de este proyecto, pasa por la actual protección ambiental de la zona.