La presentación de la novela El Molino de Dios (Esdrújula Ediciones:2017), de Mario Peloche Hernández se convirtió en el Centro Cultural Gómez Sara, de Fuente del Maestre, en un acto creativo cargado de emociones.

La presentación, que corrió a cargo de Concha Llamazares, fue la lectura en voz alta de una interpretación personal de la novela, que la periodista y filóloga conectó con la personalidad y las inquietudes del autor, y de su forma de concebir la literatura y los temas que le obsesionan. Una lectura que comenzó aludiendo a la pasión de Peloche por la escritura, su razón de ser y existir: «Es una pulsión, la necesidad de contar desde dentro, desde el reverso… Y el día que no escribo sufro una suerte de incomodidad existencial».

Llamazares hizo una analogía entre el proceso de lectura de El Molino de Dios, una obra a caballo entre la ficción especulativa y la ciencia ficción, y la travesía por un puente colgante inestable: «... uno de esos que tantas veces vemos en las películas, suspendidos entre dos montañas brumosas y por el que los personajes deben cruzar sí o sí para llegar al otro lado.»