Entró por el PP en el Ayuntamiento de La Codosera en la bancada de la oposición hace 14 años. Lleva tres legislaturas como alcalde, 10 de diputado provincial, fue presidente comarcal, ahora ejerce como secretario general de Política Local y pertenece al comité de dirección regional del partido. Manuel Vilés (La Codosera, 1959) es maestro de profesión y ejerce de director en el colegio público Nuestra Señora de Chandavila. Gobierna con mayoría absoluta.

--LLegó a la alcaldía cuando el panorama político era muy distinto. ¿Han cambiado las relaciones con la Junta?

--Han cambiado en positivo. Tenemos más acceso. Estamos recibiendo un trato mejor.

--Tras las últimas elecciones, concejales del PSOE se negaron a tomar posesión. ¿Se ha resuelto?

--En la actualidad sólo están dos de cuatro y asiste uno que sustituye a los demás. Por razones personales han decidido que corra la lista, está el último, el número 11. Han llamado a los de la reserva y se han negado.

--Una situación un tanto anómala.

--Siempre es positivo tener a la oposición para ejercer control y ayudarte. Pero a nosotros no nos perjudica en nada. Ellos sabrán, que son los que tienen que rendir cuentas a su electorado, porqué han decidido no estar. No voy a responder yo por ellos. Todo lo que estamos llevando hasta ahora sale por unanimidad porque el concejal que asiste siempre vota con nosotros.

--¿Qué balance hace de lo que va de legislatura?

--Es positivo. Año tras año hago la misma reflexión. Estamos construyendo el futuro de La Codosera en la mejora de nuestra convivencia como ciudadanos libres, en el impulso de nuestro desarrollo como pueblo y adecentando la localidad. Esta reflexión tiene que ir apoyada en un plan de acción municipal que se fundamenta en tres líneas estratégicas: el dinamismo empresarial, el turismo rural y la mejora de servicios urbanos.

--¿Qué se está haciendo y qué proyectos tienen?

--En el dinamismo empresarial contamos ya con polígono industrial y con la oficina del agente de desarrollo local. En cuanto al turismo rural, siempre digo que La Codosera es un paraje maravilloso a descubrir en la frontera. Hemos puesto en marcha un interesante proyecto turístico que recoge tanto las ofertas de actividades como de alojamientos y restaurantes. Antes había dos bares y ni un lugar donde alojarse pero ya hay emprendedores que han dotado restaurantes y contamos con bastantes casas rurales, apartamentos turísticos y albergue: un tejido que no es suficiente pero sí facilita que los visitantes puedan venir. Al mismo tiempo hemos desarrollado rutas de senderismo homologadas, con las piscinas naturales en el río Gévora. La Codosera tiene las estribaciones del parque natural de la Sierra de San Mamede y un microclima muy agradecido por la influencia del Atlántico que nada tiene que ver con el clima ni el paisaje de la dehesa. Tenemos un cielo maravilloso, con muchas estrellas, que no se ven en otros lugares, y hacemos rutas nocturnas con especialistas. Y huele a pueblo y a campo. Eso hace que el turismo rural haya pasado de ser incipiente a estar muy desarrollado, por la colaboración entre los emprendedores y el ayuntamiento.

--¿Fueron los precursores con las piscinas naturales?

--En la provincia de Badajoz sólo nosotros. En el norte hay más. Tenemos la suerte de contar con el río Gévora que nace en el parque natural y los controles que nos hacen de zona de baños son siempre muy buenos porque son aguas cristalinas, sin contaminación y el caudal se mantiene y renueva constantemente.

--¿Qué pasó con la explotación de la mina de oro?

--Creó expectativas respecto a la creación de empleo. Se han hecho tres estudios. El oro alcanzó unos precios que antes no tenía y la compró una empresa, que ha realizado catas, aquí y también en Australia y en Africa. De las que tenían ahora en cartera parece ser que la que más beneficios aporta es la de Australia y la nuestra --aunque tiene oro y se puede explotar-- está en un impás.

--¿Cómo compagina su trabajo en el colegio con el ayuntamiento, la diputación y el partido?

--Al ser director solo tengo 9 horas directas. Cuento con un equipo bastante bueno. Los maestros estamos en el candelero por las vacaciones que tenemos y decidí adquirir en mi tiempo libre un compromiso social. Mi formación me ha venido de una familia humilde, tuve que estudiar con beca y trabajar en verano, porque era imposible con lo que ganaba mi padre. Entendí que primero estaba mi profesión y no perder el contacto con la escuela y podía hacerlo con mi condición de alcalde y diputado. El partido decidió que yo reunía las condiciones y ahí estoy renovando legislatura tras legislatura. Al partido le dedico todo el tiempo que puedo y alguno más y cuento con un gran grupo: somos 7 personas muy comprometidas. Es la tercera legislatura y conservo aún 5 concejales de la primera. Me abandonó uno sólo porque tiene 76 años, entró una chica joven y hemos entendido todos lo que tenemos que hacer. Hay dos concejales liberados y las responsabilidades repartidas.

--¿Aprovecha La Codosera su posición fronteriza?.

--Tenemos con Portugal bastantes intercambios. Nos hemos acogido a proyectos Interreg III con fondos europeos y la relación es muy fluida porque además en La Codosera se entremezclan el español, el portugués y el portuñol. En el colegio tenemos profesoras nativas y hay varios chicos del pueblo que están estudiando Filología Portuguesa. Existen intercambios culturales y encuentros transfronterizos. La Codosera no se puede entender si no es por donde está ubicada, en la frontera. Nos sentimos orgullosos de que podamos mamar de dos culturas y enriquecernos de las dos.