Las Jornadas de Historia de Llerena, que alcanza este año su décimo primera edición, acogen hoy la presentación de un estudio histórico sobre la Caja Rural de Monesterio, entidad que se creó en 1906 y desapareció en 1929. Su autor es Antonio Manuel Barragán-Lancharro, licenciado en Historia y Licenciado en Derecho, que ha firmado varios libros y numerosos artículos de temática histórica.

A principios del siglo XX se desarrolló en la provincia de Badajoz un amplio movimiento que pretendía plantar batalla a la usura y que se materializó en la creación de numerosas cajas rurales de ahorros y préstamos. Se fundaron bajo los principios del crédito mutuo solidario (sistema Raiffeisein) y extendieron el crédito agrícola entre los labradores y pequeños campesinos.

La clave del éxito inicial de este movimiento (a diferencia de otros lugares de España) es que los grandes terratenientes avalaron con su patrimonio las operaciones crediticias y financieras. También era peculiar la clasificación legal de estas instituciones, pues según la Ley de 28 de enero de 1906, se podía considerar como una actividad de los sindicatos agrícolas y, por lo tanto, no eran consideradas sociedades mercantiles, sino asociaciones especiales. La de Monesterio fue una de las más importantes de la provincia.