Los familiares de José Luis Huertas, un joven de 29 años de edad fallecido en marzo de 2002, exigen "de manera desesperada" la exhumación del cadáver para poder practicar la autopsia al cuerpo del difunto y determinar "las causas reales" de su "extraño" fallecimiento. Su madre, Josefa Mora explica a Europa Press Televisión que lleva cinco años librando una "ardua batalla psicológica y legal", ya que la familia disiente del certificado de defunción, en el que se consideraba una parada cardiorespiratoria "como la causa del fallecimiento". El cadáver del joven fue encontrado el 4 de marzo de 2002, en el piso que tenía alquilado junto a otro compañero de trabajo, en la localidad pacense de Guadajira. Al parecer el jefe de José Luis --que disponía de una llave de la vivienda del joven-- tras no poder localizarlo se acercó junto a un cliente a su casa, y éste último encontró el cuerpo tendido en el suelo. En este sentido, Josefa Mora afirma que tras muerte de su hijo "se esconden numerosas irregularidades", ya que, a pesar de los hematomas que presentaba el cuerpo en diferentes partes y huellas de dedos en la cara "no se la practicó autopsia ni se decretó el levantamiento del cadáver por parte de un juez sino que fue retirado por un miembro de la familia".Además, la madre del joven considera insólito que el certificado de defunción llegara un día después de que José Luis fuera enterrado en el cementerio de Guareña, población donde nació el joven, y lugar donde tuvo lugar una concentración que reunió a unas 400 personas, que solicitaban al Juzgado de Primera Instancia de Montijo la exhumación del cuerpo del joven, denegada en peticiones anteriores. Josefa Mora, que permanece en tratamiento psiquiátrico y arrastra una fuerte depresión, apunta que la vivienda de su hijo estaba revuelta y que la mesilla de la habitación había sufrido desperfecto. "Una vecina del inmueble me dijo que había escuchado ruidos y fuertes golpes hacia las 11.30 de aquel fatídico día", recuerda. Tras visitar acompañada por un equipo de Europa Press Televisión el nicho donde se encuentra el cuerpo de José Luis, en cuyo interior se encuentran "las pruebas que pide el juez", según indica Josefa Mora, esta madre desesperada explica que aún no han revestido el nicho de su hijo de mármol porque aún albergan la esperanza de que algún día un juez "haga justicia". "Mi hijo se ha muerto llorando, con marcas de dedos en la cara y hematomas y una persona con parada cardiorespiratoria no se mueve", sentencia la madre de José Luis.