Los fontaneses salieron a la calle el pasado domingo para vivir la festividad solemne del Corpus Christi. Primero asistieron a una eucaristía en La Candelaria y, después, con gran expectación, participaron en la procesión, que este año ha vuelto a cambiar su recorrido, pasando por las calles Pizarra, Arroyo, Tronera, y vuelta a la plaza de España por la calle La Cruz.

Han sido muchas la horas que vecinos del municipio, con la colaboración de los asistentes sociales Antonio Nisa y Luisa Santiago, han dedicado a diseñar y organizar la ornamentación de calles y plazas para el desfile procesional.

Alfombras de sal con motivos eucarísticos, arcos y guirnaldas y otros adornos han hecho las delicias de fontaneses y foráneos que, un año más, se reúnen este día entre los coquetos niños vestidos de Primera Comunión, que se arraciman sonrientes junto a los padres, cámara en ristre y el inconfundible olor de juncos y ramas de palmeras, que terminan trinchados por las pisadas. Más allá de lo externo, hay quién opina que "esta procesión es la más importante, más que la del Cristo que será este año en septiembre, pues es él mismo el que procesiona por nuestro pueblo".