Miles de fuentecanteños y visitantes asistieron al tradicional camino hacia la pradera de San Isidro el pasado sábado, a pesar de que el tiempo no acompañaba demasiado. Un cielo nublado que no impidió que los vecinos, unos con mochilas y otros con sus pertenencias en una de las 220 carrozas, acompañaran al santo desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Granada de Fuente de Cantos hasta la ermita de San Isidro.

Un camino de unos 14 kilómetros que los isidreros supieron acompañar como cada año de cantos por sevillanas y rumbas, y la buena comida entre los bailes y la convivencia al albergarse en las distintas paradas previstas para reponer fuerzas.

Junto a los vecinos a pie, caminaron unos 500 jinetes de la localidad y de varias zonas de Extremadura y Andalucía, además de las carrozas, todos encabezados por el simpecado de San Isidro tirado por dos bueyes.

El recorrido comenzó sobre las 10.30 horas y la primera parada de media hora tuvo lugar al llegar a la Fuente Blanca. La segunda, con una duración de hora y media, se realizó en la Dehesa de Mejías y la tercera en los eucaliptos del Bodión Grande, donde se reagrupó todo el cortejo que acompañaba al Santo.

Uno de los momentos más emotivos y curiosos es el paso por el río Bodión, cuando los isidreros se colocan a las orillas y esperan ver pasar al resto de caminantes. A la llegada a la pradera, los romeros continuaron la fiesta en las casi 300 casetas ya instaladas para la celebración de la Romería de San Isidro que comenzará el viernes, fiesta declarada de interés turístico.