La estación de anillamiento científico de aves de Valencia de Mombuey es el lugar elegido para que se formen los futuros anilladores científicos de aves en la región. Para ser anillador científico es necesario pasar un período de formación que puede alargarse varios años, con la supervisión de anilladores expertos que formen y avalen las capacidades de los aspirantes. Y tras este período, es necesario, además, superar un examen organizado por una entidad científica que certificará la aptitud de los aspirantes y que supervisará sus actividades como anilladores en el futuro.

Extremadura no posee un número de anilladores científicos de aves acorde a las características ornitológicas de la región: su gran tamaño, diversidad de ecosistemas y gran variedad de avifauna.

Por estos motivos, la estación de anillamiento de Valencia del Mombuey, con el apoyo de la Fundación Duquesa viuda de Montpensier, ha sido seleccionada para poder ofrecer la oportunidad a futuros anilladores de formarse en esta actividad científica tan demandada en la región.

La estación en cuestión, inició su labor hace algo más de un año, anillando a más de 800 aves durante esta etapa. Esta disciplina es una importante herramienta para el estudio y la conservación de las aves silvestres, además de una útil forma de sensibilizar y concienciar a la población.

Como resultado de este año de funcionamiento, tres candidatos han sido formados en la estación de anillamiento de Mombuey. Estos aspirantes a anilladores científicos serán examinados el próximo fin de semana por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, entidad pionera en el anillamiento científico de aves en España.

La labor de esta estación, como centro de formación, continuará este año incrementando los conocimientos de las comunidades de aves del municipio de Valencia del Mombuey y recibiendo a los nuevos aspirantes a anilladores científicos de aves para su formación futura.