El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, presidió ayer, en Villafranca, el XXIX encuentro con los sacerdotes de la diócesis de Mérida Badajoz en el Colegio San José. "Ha sido una jornada festiva en la que aprovechamos para vernos y compartir momentos que no tenemos oportunidad durante otros meses del año, muchos por las ocupaciones y por las distancias que nos separan", manifestó.

Santiago García Aracil reiteró la necesidad de formación para los cristianos."Parece ser que la gente está esperando a que le traigamos alicientes. No, mire usted, el problema será de la Iglesia, pero el problema lo tiene usted como padre de familia, como catequista, como cristiano fiel, la cosa no está en que uno se siente en una butaca y diga no me ha convencido todavía, convénzame un poquito más", aseguró.

Una eucaristía, la imposición de insignias a los sacerdotes que celebran en este año sus bodas de oro y plata, la presentación del libro de Abdón Moreno, Paulus Pastor, ministerio del espíritu , y una comida de hermandad fueron los principales actos de ayer.

En cuanto a la crisis y su afectación a la Iglesia, el arzobispo cree que es "una situación que requiere de ciertas medidas que tiene que salir del ámbito fundamentalmente material".