Como residente y natural de la ciudad templaria extremeña de Jerez de los Caballeros, conocida por su gran patrimonio cultural y entorno natural, y en especial por sus cuatro bellas torres y sus deheses de encinas y alcornoques, situada en el suroeste de nuestra comunidad autónoma. Así y como principal motivo por ser un ornitólogo estudioso desde hace cerca de 30 años, raramente de los córvidos y en especial del genero dentro del mismo "corvus", grupo de aves muy poco atractivas para la mayoría, y con toda injusticia mal vistas por viejas tradiciones y creencias por todavía bastantes personas con una mentalidad sin duda retrógrada, tan solo basadas por el color de su plumaje a simple vista solo, no lo duden, pero por otro lado muy interesantes en especial por su gran y demostrada inteligencia, que más decir de tener todo un premio nobel como uno de sus grandes valedores para ello, como es el caso del ya fallecido Konrad Lorenz.

No escribo de otra especie que el conocido por casi todos en el lenguaje popular como "grajo", en realidad la grajilla (corvus monedula), y su gran descenso, muy apreciable, así como creo preocupante en sus poblaciones, tanto en el medio urbano, como en muchos lugares característicos de la misma en el medio rural de la comarca. En pocos años, ha pasado de tener más de 250 parejas a las actuales 15 á 20 en total de todos los hábitats donde frecuenta en especial el urbano.

Las causas pueden ser muy variadas. Desde luego la desaparición de los antiguos conocidos basureros, en base a su alimentación, aunque muy insectívora, sustituidos por los hoy llamados centros de residuos sólidos urbanos, ha influido muy negativa y notoriamente en ello. La persecución humana hoy día es casi nula afortunadamente, solo casos aislados en sus las caídas de nidos en periodo de reproducción y como especie a nivel del colectivo de cazadores, siendo cinegética no parece influyente sobre todo por ser considerada una especie de muy escaso o mejor nulo valor, sin exceptuar la dificultad en ello, por comentada inteligencia. El consumo de huevos de otras especies, de lo cual son acusados otros familiares de esta especie, por los largos estudios realizados durante estos últimos años, totalmente demostrado como insignificante dentro de su amplia dieta como especie omnívora, con su preferencia insectívora como he referido en su dieta alimenticia. Hago referencia de ello, porque antaño se les combatía por sus robos de huevos de palomas de nuestros monumentos, en este caso en particular en nuestras esbeltas torres por motivos increíblemente religiosos por el párroco de turno. Hecho totalmente incierto porque su realmente competencia y posible disminución no tendría y tiene otra causa que la ocupación como especie más fuerte, sobre todo en base a sus actuaciones en grupo, de los huecos para sus nidos, los cuales tienen su misma ubicación. Tendríamos que recordar aquí al Obispado de Badajoz y con la restauración de la Catedral de dicha Ciudad hace unos años, donde quedaban sus técnicos muy claro la nula repercusión de sus deyecciones en comparación con lo corrosivo de las palomas, por lo que apostaban por el pequeño córvido en su presencia en la misma.

Por todo ello creo que merecería tomar cartas en el asunto, aunque reconozco su dificultad por todo lo comentado, para averiguar las verdaderas causas de su drástico descenso.

Lo que si es cierto y verdad es que ya no tenemos la oportunidad y para muchos el placer para nuestros ojos y oídos, de los que referido obispado de la capital pacense llamaba alegres "grajeos" con sus piruetas y vuelos ruidosos en sus continuas llegadas y salidas donde frecuentan.

(*) El autor es ornitólogo