LLERENENSE de nacimiento y monesteriense por ser esta la localidad donde pasó buena parte de su juventud, Granada Farrona acaba de editar su segundo libro, titulado Versos chiquininos y que dedica a todos los niños a los que dio clases durante su trayectoria docente. El segundo libro de Granada Farrona llega seis años después de su primera incursión en el mundo de las letras, lugar al que llegó en busca de refugio a una enfermedad hepática que la apartó de manera temprana y repentina de su apasionada labor docente. Parte de los fondos que recaude con la venta del poemario los donará a la Asociación Española Contra el Cáncer y, en concreto, al apoyo para los estudios sobre el linfoma. R. MOLINA