La Guardia Civil investiga la autoría y las circunstancias de un ataque con arma de fuego a un equipo del Servicio Provincial de Extinción de Incendios (SPEI) de la Diputación de Badajoz, con base en el parque de Azuaga, que trabajaba para sofocar las llamas de un campo de cereales, en una finca entre Berlanga y Maguilla.

Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado día martes, 26 de junio, cuando la central del SPEI recibió un aviso, a las 3.25 horas de ese día, de que se había producido un incendio en una plantación de cereales, en Berlanga. Los bomberos acudieron con un camión bomba a sofocar el fuego, comprobando que había dos frentes, uno de matorral y otro de cultivo, por lo que procedieron a realizar su labor.

Cuando se encontraban realizando su trabajo, "escucharon la primera explosión, que achacaron en principio al propio fuego, pero luego escucharon otra, y una fue un impacto contra el lateral izquierdo del camión, y luego fueron más", explicó José Calvo, diputado delegado del SPEI.

Los disparos siguieron impactando contra el camión, que recibió "siete u ocho en la cisterna, el parabrisas, el tubo de escape y en más sitios", dijo Calvo, por lo que los bomberos "al sentirse atacados, se marcharon y fueron al cuartel de la Guardia Civil de Maguilla, donde denunciaron lo ocurrido".

Mientras, avisaron a la central y se desplazó hasta el lugar del incendio otra dotación para acabar de sofocar el fuego, incorporándose también la primera, pero trabajando ya custodiados por la Guardia Civil, que investiga lo sucedido. Calvo afirmó que la Delegación del Gobierno está sobre el caso, "porque tenemos 320 bomberos repartidos por la región y no pueden trabajar con ese clima de inseguridad".

Los disparos se hicieron, según Calvo, con una escopeta y cartuchos de caza mayor que contienen "tres o cuatro postas de plomo, que si impactan en una persona causan un grave daño".