La emotiva presentación del cuento El capitán Marcelo, de Ana María López, unió en el recuerdo y la esperanza a Guareña y Monesterio. El pequeño Marcelo, que no pudo superar un cáncer, compartió enfermedad, juegos, lucha y esperanza en la misa planta hospitalaria con Irene, que corrió la misma suerte. Fue allí donde sus padres fraguaron una firme amistad, forjada en el dolor y con el adeudo de conseguir que la corta vida de ambos niños sirva de apoyo para quienes viven una situación similar.

Esta amistad llevó a Monesterio a Ana María y su marido para presentar El capitán Marcelo, cuento benéfico basado en la historia de un bebé que surgió como «un regalo de cumpleaños» para el niño que se fue; y para ayudar a la investigación de un tipo de cáncer hasta ahora sin cura. Lo recaudado con la venta del libro irá al fondo Alicia Pueyo del hospital barcelonés San Juan de Dios.

Acompañó a Ana María un numeroso público de Monesterio, amigos y familiares llegados, los papás de Irene; el alcalde, Antonio Garrote, y la edil Loli Vargas.

López dio significado a la publicación: «La ilusión y la esperanza de que Marcelo sea recordado, principalmente por los niños». «Destinada a todas las edades, narra la lucha de Marcelo contra el cáncer, una despedida de cuerpo, pero no de alma», transformada en una historia «mágica». La heroicidad de Marcelo ha sido heredada por sus padres, quienes propagan otra forma ver la vida, sabiendo encarar las dificultades.

Gracias a esta publicación, manifiesta Ana María, «Marcelo persiste en los corazones de niños que incluso no llegaron a conocerlo», habiendo logrado también «sumar esperanzas». Sus papás continúan librando esta batalla, «imparables, hasta que nos unamos a él algún día», resaltó.