Agustín Barroso, de 68 años, ha fallecido esta mañana a causa de una posible intoxicación por monóxido de carbono, y su mujer, Antonia Peña, de 63 años, se encuentra muy grave en el hospital de Mérida.

El suceso ocurrió en la finca Camino de la Vega, a las afueras de la localidad pacense de La Garrovilla. Poco después de las once de la mañana, el 112 recibió una llamada alertando de la situación, por lo que hasta allí se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, ambulancias y bomberos del parque de Mérida, que comprobaron que había una chimenea encendida con mala combustión y varias estufas encendidas, según el 112.

Un primo del fallecido explica que la voz de alarma la dio uno de los cuatro hijos del matrimonio, que alarmado porque sus padres no contestaban acudió a la finca y se encontró con el cuerpo del fallecido y la mujer muy grave.

En torno a las 14.30 horas, el juez levantó el cadáver, que se trasladó al Instituto Anatómico Forense de Badajoz para practicarle la autopsia.

Se trata de una familia muy conocida en este pueblo, de donde proceden ambos y donde dos de sus hijos regentan un bar y una hija tiene un establecimiento comercial.

El fallecido era albañil y estuvo un tiempo trabajando en el País Vasco, pero desde hace muchos años residían en Extremadura.

El matrimonio vivía en Mérida, pero pasaban mucho tiempo en esta casa de campo, para ver más a sus hijos y descansar, según comenta Emilio Pinilla, cuyo olivar linda con la vivienda. "Esto ha sido un mazado para el pueblo", señala Pedro Molina, primo del fallecido.

Se da la circunstancia que hace escasamente un mes falleció un primo de la mujer herida, que fue encontrado muerto en su casa tras sufrir un infarto.

A la espera de confirmación oficial, el funeral por Agustín Barroso tendrá lugar mañana.