Cerrado por peligro de derrumbe". Así reza el cartel colocado en la entrada principal de la parroquia de Nuestra Señora de la Granada, en Fuente de Cantos, hace más de un mes.

El aspecto que presenta este ala del edificio justifica de sobra el aviso. A la derecha, el despacho parroquial y la sacristía están anegados, y el techo muestra inquietantes abombamientos por el agua.

Si se toma el camino de la izquierda, el panorama es aún peor: la escalera de acceso a la galería superior está también anegada y presenta zonas donde el cemento se ha desprendido. En cuanto a la propia galería, aquí no puede hablarse ya de amenaza de ruina, sino de ruina total. La techumbre se ha hundido en gran parte, y los maderos se apoyan en el suelo. Además el suelo tiene varios centímetros de agua, que se filtra hacia la nave principal.

OBRA JUNTA-ARZOBISPADO

Esta situación ha hecho que el párroco, José María Borreguero, lance un llamamiento para que se acometan las tantas veces aplazadas obras de reparación, "porque no peligra sólo el edificio, sino también las personas, ya que un derrumbe podría alcanzar a quienes pasen por la plaza", centro de la vida ciudadana, muy concurrida a todas horas por estar allí el Ayuntamiento y, muy cerca, las farmacias, centro de salud, mercado, tiendas...

Según explica Borreguero, en 1992 la Junta acometió un proyecto en dos fases, la segunda de las cuales era precisamente el arreglo de esta parte "y que nunca se realizó". Desde entonces, parroquia y Ayuntamiento han venido reclamando la reparación. "Hace tres meses nos dijeron que la Junta había destinado 60.000 euros a esta obra, pero no sabemos cuándo se iniciará, y el riesgo cada vez es mayor", señala el párroco.

Mientras, Arzobispado y Junta no se ponen de acuerdo. El primero dice que la obra está entre las calificadas de urgentes en el convenio Iglesia-Ejecutivo regional, y que corresponde a este último actuar. Por su parte, desde el Gobierno regional se indica que es la Iglesia quien marca las prioridades y que, en todo caso, los estudios certifican que no hay peligro de derrumbe y las obras se acometerán este año.