La Guardia Civil de Badajoz investiga a 23 personas por peleas ilegales de gallos y apuestas clandestinas, acusadas de un presunto delito de maltrato animal. A tres de ellas también se les imputa otro de pertenencia a grupo criminal por organizar estos combates. En la operación, bautizada como Zaragallo, se han intervenido 64 gallos, muchos de ellos con graves heridas y amputaciones, cuyo valor en el mercado podría llegar a los 190.000 euros.

La investigación se inició cuando se tuvo constancia de que varios propietarios de gallos de pelea se reunían en un antiguo establecimiento hostelero situado en una finca de Montijo para llevar a cabo estos combates. Tras establecer un dispositivo de vigilancia, el pasado 7 de abril los agentes accedieron al local, en el que hallaron a unas 60 personas, algunas menores de edad, presenciando peleas en un ‘reñidero’ habilitado en el lugar. Se identificó entonces a 23 de ellas, a las que se considera implicadas en esta actividad y no meros espectadores.

Todos los gallos hallados en jaulas y transportines fueron asistidos por un veterinario, aunque cinco de ellos murieron. Los que se salvaron han sido trasladados a un centro de recuperación de aves.

La Guardia Civil también requisó 2.000 euros procedentes presuntamente de las apuestas que estaban realizando los asistentes, contrastadas con documentación intervenida que las confirmaba. Asimismo, en la operación se realizaron un centenar de actas por diferentes infracciones administrativas, además de las apuestas ilegales, como posesión de armas blancas, tenencia de drogas y contrabando de tabaco.

Los investigados se enfrentan a penas de prisión de hasta 18 meses e inhabilitación de hasta cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales por un presunto delito de maltrato animal, en algunos casos con resultado de muerte.

Las diligencias fueron puestas a disposición de los juzgados de Montijo y la Fiscalía de Medio Ambiente de Mérida.