No es la primera vez que el jiennense Miguel Ángel Palomín realiza un reto para fomentar el deporte solidario. Primero fue Una esperanza para Celia, en un recorrido en bici por su provincia natal. Más tarde llegaría Hoy toca ser feliz, a pie, de Jerez de la Frontera a Portugal para reivindicar el Plan Integral de la Diabetes. Este año, en abril, Miguel Ángel se ha propuesto el reto de pedalear 1.000 kilómetros, desde Jerez hasta Pamplona con el fin de dar a conocer el síndrome de Treacher Collins y «reivindicar la unidad sanitaria entre todas las comunidades autónomas».

El nuevo reto se denomina Pedaleando por Emma y toma el nombre de una niña jerezana que padece esta extraña enfermedad hereditaria, caracterizada por la pérdida de audición, que además causa defectos físicos en la cara y en la cabeza. Una malformación craneofacial congénita, rara e incurable, que afecta a dos de cada 100.000 nacimientos.

Acompañado por su perra Kenia, Miguel Ángel llegó el pasado martes a Monesterio. Se autofinancia todos sus viajes. Aprovecha sus vacaciones para realizar estos proyectos con los que «fomentar estilos de vida saludables y promover la actividad deportiva», considerando que «solidaridad y deporte pueden ir de la mano», para alcanzar metas «claras y concisas».