Josefa Tutusaus Miracle, catalana de 70 años, llegó a Monesterio hace más de dos décadas al casarse con un vecino de esta localidad. Ante la imposibilidad de cuidar a su marido, --20 años mayor que ella--, ambos ingresaron en los pisos tutelados. Tras fallecer su esposo, Josefa se quedó en la residencia, donde colabora en la puesta en marcha de una biblioteca.

Descubrió la lectura siendo una niña. "A mis padres les gustaba mucho leer y ellos me inculcaron mi amor por los libros"; explica Josefa. Incrementó su afición durante su asistencia como alumna a las clases de educación de adultos, donde se sacó el Graduado Escolar. El cuidado de su esposo restó tiempo a esta ávida lectora para continuar cultivando su afición, y ha sido tras el fallecimiento de su marido, cuando ha decidido donar todos sus volúmenes a los pisos tutelados, con intención de crear una biblioteca que "incentive el amor por la lectura" entre sus compañeros.

Siempre pendiente a las novedades editoriales, dice, "si el libro no vale mucho, me lo compro y lo leo en pocos días". Después, el ejemplar pasa a las estanterías que se han instalado en el gimnasio del centro, "para que quien quiera pueda leerlo".

"Aquí no les gusta mucho la lectura. Se entretienen con la tele o revistas", afirma Josefa, quien considera que "nunca es tarde para adentrarse en el maravilloso mundo de la lectura". Y perservera porque "a nuestra edad, y tanto tiempo libre, nada mejor que una buena historia".