El patio del convento de las Hermanas de la Cruz acogió el pasado viernes la presentación del libro Reconocimiento a una labor callada , en agradecimiento al trabajo que las monjas de la Cruz vienen realizando con los pobres y enfermos desde hace más de 60 años.

El libro recoge historias y anécdotas de antiguas alumnas del colegio de las monjas, de monaguillos, sacerdotes y personas relacionadas con la orden.

La jerezana Cristina Carrasco destacó la labor de las hermanas en el cuidado y atención a los pobres y enfermos y en la educación de más de una veintena de niñas que viven en el convento, procedentes de familias con problemas económicos y sociales.

Los fondos que se recauden con el libro se destinarán a la realización de una imagen de Santa Angela en los talleres del escultor sevillano Manuel Carmona.