La fuga de la diabla, Fiesta de Interés Turístico Regional llega a la 17 edición de una de las recreaciones más visitadas y participativas del verano extremeño, en Valverde de Leganés. Se celebrará del 16 al 18 de este mes de agosto. Ricardo Cabezas, vicepresidente primero de la diputación, califica a Valverde como «un pueblo muy dinámico que disfruta de una amplia programación durante todo el año, y en agosto se echa a la calle para vivir esta fiesta tan participativa, que combina tradición, leyenda y cultura popular».

La diabla se escapa del calabozo de la iglesia y campa a sus anchas, acompañada de su séquito de diablillas sembrando el terror en las calles y plazas a oscuras. Esta fuga, con fuegos artificiales y bengalas, se repite en torno al 15 de agosto y finaliza cuando un ejército de ángeles enviados por San Bartolomé, patrón del pueblo, derrota a la maligna en la plaza de toros y la encierra de nuevo. Este es el desarrollo de la fiesta, que sirve «para dinamiza el pueblo y atrae turismo, al ser muy conocida en la región y fuera de ella, sobre todo Portugal.

Diana Martínez, primera teniente de alcalde, detalló que La fuga de la diabla, que viene precedida de actividades toda la semana, es «forma parte de los valverdeños y crece con nosotros». En 17 años se ha transformado, aumentado los participantes y atraer el fin de semana a más de 4.000 personas. La fuga de la diabla, añadió, pone en valor la convivencia de asociaciones y vecinos «que mantienen en la memoria y queremos que deje huella en los jóvenes». En ella participan niños desde un año hasta las asociaciones de mayores.

El programa comenzó el día 10 con la Noche de los Bartolos, muñecos que confeccionan las peñas con motivos mágicos y se exhiben en la plaza; el Mercado Mágico y el pregón que advierte de la fuga. Luisa Gaitán, edil de Participación Ciudadana, lleva una década encarnando al personaje de La Diabla. Dijo que ha aumentado el número de niños en el desfile infantil, hasta los 200.