Los dos trabajadores despedidos por el Gobierno del PSOE en el Ayuntamiento de Berlanga, según dicen, por motivos políticos, recurrirán ante el Supremo la sentencia del TSJEx al entender que sus despidos no son improcedentes sino nulos y que, por tanto, deberían ser readmitidos.

Juan Manuel Gómez Rubiano y José Antonio Moreno ofrecen nuevos datos de este caso, que ya fue denunciaron públicamente junto con el portavoz del PP local a finales del mes de mayo.

Los extrabajadores municipales entienden que estos despidos se efectuaron por "motivos políticos" ya que sus puestos, técnico en la radio municipal y jefe de obras, respectivamente, -a los que habían accedido por concurso oposición en la categoría de fijo laboral-, han sido ocupados por personas afines al PSOE.

Ante denuncia de los afectados, el Juzgado de lo Social Número 4 de Badajoz emitió una sentencia en la que declaraba nulo los despidos y obligaba al ayuntamiento a readmitir a los dos trabajadores, así como a pagar una indemnización de 25.000 euros para el maestro de obras y 20.000 euros para el técnico de radio.

Teóricamente, recuerdan, habían sido readmitidos, pero en la práctica han seguido en sus casas sin trabajar después de recibir un escrito por parte del alcalde de la localidad donde se les comunicaba que permanecieran en ella aunque recibiendo su salario.

El Gobierno local recurrió la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX) que ahora, "sorprendentemente" y dando una "vuelta a la tortilla" declara improcedentes los despidos, con lo que no cabe la readmisión.

Por ello, han anunciado que recurrirán esta decisión ante el Supremo e indican que están abiertos igualmente otros procedimientos judiciales por la vía penal y administrativa.

Ambos han estado acompañados por el coordinador general de IU Extremadura, Pedro Escobar, quien ha criticado los "comportamientos caciquiles" de muchos alcaldes, entre ellos el de Berlanga, que convierten los ayuntamientos en un "auténtico cortijo" al tomar decisiones según sus "preferencias, amores y fobias".

Unas decisiones cuyos daños, ha añadido, al final se pagan con dinero público, al tiempo que ha indicado que el proceso de despido de estos dos trabajadores le ha costado al Ayuntamiento de Berlanga unos 95.000 euros hasta la fecha.