María del Carmen Barroso tiene 62 años, es funcionaria de la Tesorería de la Seguridad Social y preside el Ayuntamiento de Santa Amalia desde el 2011, cuando el PP obtuvo la alcaldía con mayoría absoluta por primera vez. En las elecciones del 2003 fue de número dos en la lista de los populares, que durante más de dos años formó gobierno con Partido Progreso Amaliense Grupo Socialista Independiente, escindido del PSOE. La cosa no salió bien y el PP volvió a la oposición hasta los últimos comicios municipales, consiguiendo entonces 7 concejales frente a los 4 socialistas y uno de IU. Asegura que la situación en la que encontró las arcas del ayuntamiento ha obligado al equipo de gobierno a hacer sacrificios y a renunciar a muchos proyectos para reducir la abultada deuda del consistorio, tarea en la que se sigue pasado ya el ecuador de la legislatura.

--Llegó a la alcaldía tras más de 30 años de gobierno socialista en Santa Amalia. ¿Qué balance hace del cambio?

--La política del partido socialista ha sido la del enchufismo y de la caldereta y la gente ya estaba harta y sabía que había muchas deudas. Pero hasta que no llegamos, no supimos realmente que era tan exagerada: más de 7 millones de euros, solo con la Seguridad Social más de 2,5 millones. Esta situación nos ha llevado a hacer muchos sacrificios. Hemos tenido que reducir la plantilla municipal, porque nos encontramos con una televisión comarcal, la 8, con siete trabajadores, cuando ya había una televisión local, y la tuvimos que cerrar porque era una sangría tremenda. También teníamos una piscina climatizada, que la cerró Sanidad porque no reunía los requisitos, y no la hemos adecuado porque no podemos afrontar ese gasto, pero solo en luz y agua costaba alrededor de 5.000 euros al mes. En la residencia de ancianos el control a proveedores no se llevaba al 100% y era un dineral el que se iba y no ganamos para las averías del parque móvil que hemos heredado. Ha habido que recortar en gastos superfluos y dar prioridad a lo importante.

--¿Qué otras medidas se están tomando para sanear las cuentas?

--Tendremos que acogernos a un nuevo plan de proveedores y decidir muy bien cuáles son las prioridades. Una idea de la situación en la que estamos la da el hecho de que del presupuesto municipal, de 3.750.000 euros, tenemos que apartar 622.000 euros solo para pagar deuda de los socialistas: a los proveedores, del aplazamiento de Hacienda, de Tesorería y con otras empresas. El año pasado llegamos a deber hasta cinco nóminas a los trabajadores, ahora le debemos la de junio y la extra de ese mes. La Junta nos tiene que hacer un ingreso de 111.000 euros de la subvención del segundo trimestre de la residencia de ancianos y con eso una de las nóminas se abonará. El IRPF se está pagando ahora puntualmente, también la Seguridad Social, estamos casi al día con los trabajadores y se va cumpliendo con los proveedores. Llegó un momento en el que nadie servía al Ayuntamiento de Santa Amalia como no fuera con dinero por delante y los panaderos llevaban dos años sin cobrar cuando nosotros llegamos a la alcaldía. Estamos recortando en muchos gastos, pero servicios como la ayuda a domicilio se mantienen y cuando no tenemos trabajadores del Aepsa o del Plan Experiencia están las calles más sucias, porque pienso que es más importante que los mayores estén atendidos. También se han subido algunas tasas, pero no los impuestos.

--¿Cuál es la deuda municipal en estos momentos?

--Ha disminuido alrededor de un millón de euros, porque se han hecho pagos importantes. También hemos puesto algunos solares a la venta para aumentar los ingresos, aunque el ayuntamiento tiene muy poco patrimonio en lo que se refiere a terrenos urbanos, porque lo vendieron todo. El patrimonio municipal aumentó por el polideportivo o la piscina climatizada, pero no tenemos suelo ni para que el ayuntamiento pueda hacer un almacén grande.

--¿No poder cumplir con los trabajadores municipales ha sido lo más duro de estos dos años?

--Con los trabajadores no hemos tenido problemas, porque si ellos a ellas se les debían dos meses, a las concejalas liberadas y a mí se nos debían cinco, es decir, que nosotros hemos cobrado al mismo tiempo que ellos y si no había para todos, nosotras nos hemos quedado sin cobrar. Por eso lo han entendido. Realmente con el único que tenemos problemas es con el grupo socialista, que no hace una oposición seria y toca niveles personales. Está siendo una relación muy difícil, porque han estado 32 años en el gobierno y no se dan cuenta de que han perdido y de que lo único que deberían hacer es ayudar a tirar para adelante.

--¿Cree que los vecinos están entendiendo esos sacrificios de los que habla?

-- Muchos sí, aunque otros digan que no estamos haciendo nada. Ahora la prioridad es reducir la deuda y pagar los aplazamientos y nóminas, lo que nos está costando verdaderos esfuerzos.

--¿Qué proyectos tiene el ayuntamiento en marcha?

--Tenemos en proyecto, que ya estaba cuando llegamos, construir un polígono industrial, del que ahora carece Santa Amalia. Estamos en trámites, porque no es terreno municipal, sino privado, y los propietarios ceden parte y el ayuntamiento se encarga de la urbanización. Espero que empecemos la obra antes de final de año. También para el primer trimestre del 2014 está prevista la ejecución de una calle, a cuyos vecinos se le cobraron unas tasas especiales para hacerla. Es una actuación importante, con una inversión de 100.000 euros, que haremos con los planes de diputación. Había más proyectos que, de momento, se quedarán en eso, como la urbanización de unos solares de detrás de la guardería. No hay dinero y tendrá que esperar. Otro proyecto del que estamos pendientes, que es privado y el ayuntamiento no tiene que ver, es la apertura por fin de las minas de wolframio de La Parrilla para que se cree empleo, porque lo que peor llevo es que alguien venga a pedirme trabajo, porque lo necesita para comer, y no se lo pueda dar. Y lo intentamos, como con la bolsa de trabajo que se ha creado para la residencia de ancianos, con la limpieza, la lavandería y el reparto de ayuda a domicilio.

--¿Qué plazos se manejan para la apertura de la mina?

--Decían que empezarían de cara al otoño. Son unas minas muy antiguas y han estado sin explotar porque se hundió el mercado. Pero ahora China que, además de ser el mayor productor de wolframio, es el mayor consumidor, ha hecho que suba el precio de la tonelada y es interesante volverlas a explotar. Ya tienen todos los permisos de la Junta y en los primeros trabajos para sacar el mineral de los escombros, que durarán dos años, se pueden emplear entre 20 y 40 trabajadores. Una vez que la mina esté en funcionamiento, serían más de 300 empleos.

-- ¿Volverá a presentarse a la alcaldía en el 2015?

--Si Dios me da salud, creo que sí, porque tenemos proyectos pendientes que no hemos podido sacar adelante por la crisis y que espero que sean realidad cuando tengamos más liquidez. Tengo ilusión por hacer cosas y ver mi pueblo de otra manera.