El delegado del Gobierno, Germán López Iglesias, reconoció ayer la labor del policía nacional que salvó a un niño de cinco años de Llerena de morir asfixiado al haberse atragantado con un caramelo. López Iglesias dio las gracias al agente "porque estas cosas no se pagan con nada". El agente realizó una rápida actuación y practicó al menor la 'maniobra de Heimlich', librando sus vías respiratorias.

El policía se hallaba en el equipo del DNI Rural y prestaba servicio en Llerena cuando escuchó gritar a una mujer solicitando ayuda porque su hijo se ahogaba. El policía se aproximó rápidamente al menor y lo cogió por la espalda rodeándolo con los dos brazos. Después presionó con ambas manos cerradas sobre el abdomen del pequeño, hacia el centro del estómago, consiguiendo que el niño expulsara el caramelo y pudiera respirar.