Dice una canción que "siete vidas tiene un gato". Nunca mejor dicho en el caso de éste que permaneció durante tres días dentro de una cámara frigorífica a 24 grados bajo cero.

Según comenta uno de los propietarios de la empresa de congelados donde sucedieron los hechos, Manuel Serrano, "el sábado ya escuchamos maullidos, pero no encontramos al gato". El lunes, los maullidos seguían sonando, pero el martes por la mañana, operarios de esta empresa encontraron el cuerpo rígido del gato callejero en la cámara.

"Sacamos el cuerpo a la calle -explica Serrano- y a las dos horas sorprendentemente vimos cómo el animal empezaba a moverse". Fue entonces, cuando una clienta, Antonia González, gran amante de los animales, recogió al gato y se lo llevó consigo.

En la jornada de ayer, este gato de unos cuatro meses, ´se alojaba´ en el hotel España, propiedad de los padres de Antonia González, donde su propia madre, Cipriana Campomanes, cuidaba del animal. Ahora, Cipriana atiende al gato con mimo, y aunque aún no lo ha bautizado, no desarta el quedarse con él, de hecho según cuenta, "le tengo puesto una manta eléctrica para que le dé calor y la veterinaria ya lo ha visitado". Final feliz.