La típica matanza extremeña del cerdo ha unido en los últimos días a distintas generaciones y a representantes de culturas de diversos países en sendas convivencias celebradas en Villanueva de la Serena y en Don Benito.

En esta última localidad, la Asociación de Vecinos de Santiago celebró la duodécima edición del intercambio de usos, costumbres y tradiciones con inmigrantes afincados en la localidad.

La iniciativa se ha desarrollado en dos jornadas. La primera se dedicó al sacrificio de dos cerdos de unas veinte arrobas cada uno. Tras las primeras tareas, como el chamuscado del animal, se dio cuenta de un desayuno con migas. Después, unos hacían las morcillas, y otros embutían chorizos y salchichones. Parte de la carne se mezcló con la de un venado donado por José Ramos.

El segundo día se reservó a actividades lúdicas tras la venta de los productos, cuyos beneficios serán para Cáritas. Entre esas actividades destacó el intercambio gastronómico, en el que se degustaron platos de España y comidas elaboradas por inmigrantes. La Asociación de Santiago renueva así su alianza con la comunidad inmigrante.

En Villanueva, los mayores realizaron idénticas tareas, solo que en esta ocasión con un marcado carácter didáctico, ya que decenas de escolares pasaron por el hogar de la plaza de Conquistadores para aprender cómo se realizan las labores de la matanza.