Según los datos ofrecidos desde la Oficina de Recaudación del ayuntamiento de Monesterio, la campaña de matanzas domiciliaras, que se extendió entre los meses de noviembre a marzo, descendió considerablemente en cuanto al número de sacrificios, con respecto al año anterior.

La normativa que regula este tipo de actividad, destinada al autoconsumo familiar, obliga a los usuarios a formular solicitud previa al ayuntamiento, con lo que, sin tener en cuenta las denominadas «matanzas clandestinas», sin ningún tipo de control sanitario, y según las cifras registradas a 31 de marzo, el número de matanzas ascendió a 67, mientras que en la campaña anterior la cifra alcanzó los 84 sacrificios.

Por meses, sigue siendo enero en el que más matanzas caseras se realizan, con cifras que suelen superar la mitad de los sacrificios de toda la campaña.

39 CERDOS EN ENERO / Así, el pasado mes de enero se mataron 39 cerdos, uno menos que el año anterior. Por número de sacrificios le siguen los meses de febrero y diciembre, con cifras de 17 y 10 matanzas, respectivamente. El mes de marzo, incluido íntegro en la campaña, pasa desapercibido entre los usuarios con la cifra anecdótica de un solo sacrificio.

Aunque el número de sacrificios ha ido bajando paulatinamente durante los últimos años, el rito de la matanza tradicional aún se conserva entre un buen número de familias, quienes, con el objetivo de proveerse de carnes y embutidos para todo el año, elaboran productos caseros ibéricos de alta calidad.