La crisis económica y del empleo motivada por el coronavirus, continúa dejando una de sus caras más amargas en la cifra de desempleados del municipio de Monesterio. Durante el mes de mayo, solamente recuperaron el empleo dos personas, según las cifras dadas a conocer por Servicio Público de Empleo Estatal. A finales de mayo el número de desempleados en este municipio pacense era de 507 personas. 509 durante el mes de abril. La cifra contrasta notablemente con respecto a los datos del paro en Monesterio durante el pasado año, ya que en mayo de 2.019 el número de parados era de 358 personas.

En su análisis, a esta situación, el alcalde de la localidad, Antonio Garrote, sostiene la “importancia del sector servicios” de Monesterio, muchos de cuyos negocios e industrias, “aún continúan cerrados”, a la espera de alcanzar mayores cuotas de movilidad geográfica, y por tanto de poder “recibir más visitantes”. En este mismo sentido, Garrote manifiesta que “la mayoría de los negocios de la hostelería que reabrieron en Fase 1, lo han hecho con menos trabajadores”, e incluso, en algunos casos, “son los propios autónomos los que sostienen estos negocios, a la espera de aumentar volumen y por tanto recuperar empleo”.

Otro factor que incide en esta situación es la paralización de los programas de empleo público, que podrían ponerse en marcha en unas semanas, para “aliviar esta situación de cara a próximos meses”, al igual, que el “paulatino incremento e incorporación” de trabajadores a las empresas cuya producción todavía no ha llegado al 100%, con lo que “podríamos recuperar parte del empleo perdido durante este verano”.

Más mujeres

Más mujeresLos datos del paro en Monesterio continúan poniendo de relieve la diferencia entre el desempleo masculino y femenino del municipio. De los 507 parados existentes en la localidad, 158 son varones y 349 son mujeres. Además el grupo mayoritario de quienes no tienen empleo son precisamente mujeres, de entre 35 y 55 años. En este contexto, el alcalde considera “esencial” la vuelta a la normalidad de las empresas cárnicas y de la hostelería, “que junto a todo lo que tiene que ver con el cuidado de personas, con los sectores que mayor número de mano de obra femenina acapara”.