La parroquia de Monesterio colabora con una campaña de Manos Unidas, con el objetivo de recaudar monedas y billetes de pesetas, para colaborar en una acción solidaria de proyectos contra el hambre en el mundo. La organización promotora, recuerda que “a partir del 31 de enero, las pesetas dejarán de tener valor”, con lo que ahora es el momento de “enterrar las pesetas con corazón”.

Según ha explicado el párroco de la localidad, Miguel Ángel García Encinas, son “los niños y adolescentes de los procesos catecumenales”, quienes se han puesto “a la caza” de las pesetas perdidas, “en cajones, ceniceros, bolsillos…”, instando a “padres y abuelos” a hacer una búsqueda precisa en “esos lugares olvidados y escondidos”. Además, la parroquia ha depositado huchas y cartelería en diferentes establecimientos comerciales de la localidad, con la finalidad de recaudar “pesetas perdidas, para que salven y encuentren su última utilidad” en este proyecto solidario.

Reflexión

Lo “hacemos”, explica Miguel Ángel, “al hilo de la reflexión de qué son los pobres del mundo, de qué adolecen, porqué sufren y dónde están las causas de la pobreza”. Tampoco “quedará lejos” la reflexión de que “el dinero pasa y se funde con la nada, tiene contados sus días y su valor. También es mortal”. Por todo ello, no está mal “acabar así con una moneda que tanta historia ha tenido en nuestro pueblo, cargada de sueños, éxitos, fracasos, alegría y tristeza, riqueza y pobreza…” La invitación, por tanto, incide en “tomar conciencia” de la necesidad de compartir, con algo tan “simple y sencillo”, como buscar unas pesetas y entregarlas en las huchas habilitadas a tal efecto, o “directamente en la parroquia”.

La campaña, que tendrá una duración de dos semanas, también busca ser “símbolo de la Navidad”, que se avecina, y a buen seguro, manifiestan desde la organización de esta actividad, que “acabarán dando vida a los que menos vida tienen. A los más pobres del mundo”.