El proyecto de formación para el empleo, Aguablanca II, que desarrolla el Servicio Extremeño Público de Empleo, a través del ayuntamiento, adecenta, embellece y restaura una treintena de espacios ajardinados de Monesterio. La especialidad de instalaciones y mantenimiento de parques y zonas verdes, forma parte de la segunda Escuela Profesional amparada en este plan, creado para la recuperación económica y del empleo de la zona minera de Aguablanca. Son quince desempleados de las localidades de Monesterio, Calera de León y Montemolín, que, durante un año, se forman en esta especialidad, con el objetivo de conseguir un Certificado de Profesionalidad, que les capacite para acceder al mercado laboral, en una especialidad muy demandada y con muchas salidas profesionales. “Una apuesta segura”, sostiene Claudia Castro, responsable formativa de este equipo humano.

El proyecto acometerá intervenciones en “treinta y cinco zonas ajardinadas del casco urbano”. Las acciones se irán desarrollando en función de cada estación, mediante técnicas y labores propias de la jardinería, dependiendo de la época del año en las que se realicen”. El objetivo, incluido en el marco de actuaciones global del proyecto, “pretende mejorar estos espacios, en cuanto a estética y uso público”.

Formación

Formación“La formación es imprescindible”, sostiene la docente. “Es el mejor pasaporte para acceder al mercado laboral”. En este sentido, Claudia Castro destaca el periodo de instrucción, previo, en las aulas, donde desde el pasado mes de julio el alumnado ha recibido las preceptivas horas de formación, que ahora, complementan con su trabajo real, en las calles y plazas de Monesterio. Además, el equipo cuenta con un vivero propio, donde han cultivado “multitud de especies, en diferentes formatos”, que se plantarán en las diferentes zonas ajardinadas del municipio, y que incluso ha llegado a las instalaciones del cementerio municipal.

Mantenimiento

MantenimientoEn sus primeras actuaciones, la técnica responsable de formación, ha destacado “la buena conservación en la que se encuentran los jardines” de la localidad. “Nuestro mejor aporte”, explica Claudia Castro, será la implantación de “flores de temporada”, con el objetivo de que la ciudadanía pueda disfrutar del cambio de colores estacionales. “Queremos que Monesterio disfrute de nuestro trabajo, igual que lo estamos haciendo nosotros”, concluye Claudia, orgullosa y agradecida por el “compromiso” de este grupo de alumnos, formado por personas de un rango de edad de entre 25 y más de 50 años. “Todos muy comprometidos, entusiastas de la jardinería, con muchas ganas de aprender”. Al final de cada jornada laboral, “lo han dado todo”, y creo, dice la docente, “se van emocionados por lo aprendido, pero, sobre todo, por lo que aportan a la jardinería del pueblo”.