Desde hace algunos meses el pozo que hasta ahora abastecía todo el santuario-refugio de animales La Candela, en Cabeza la Vaca, se está secando, poniendo así en riesgo tanto a los más de 400 animales rescatados, como el bienestar de los miembros del equipo que trabajan en las instalaciones.

Durante todo este tiempo han estado intentando encontrar alguna solución, pero la falta de agua en la tierra así como los difíciles accesos a la finca, que imposibilitan la llegada de cualquier tipo de transporte, entre otros problemas, hace imposible que sigan desarrollando esta actividad en el terreno que ocupan desde hace 2 años. Los responsables del refugio piden ayuda "de todo tipo" para poder trasladarse.