El pasado 11 de noviembre se cumplieron quince años del descubrimiento del tesoro de Villanueva . Un tesoro compuesto por 149 monedas de oro pertenecientes a los reinados de Carlos III, Carlos IV y Fernando VII, que surgieron de entre los escombros del antiguo cine Rialto cuando se hacían las obras de la casa de la cultura y que ahora duermen en el olvido.

El hallazgo dio la vuelta por toda España. Quince años después y desde Acedera, el albañil descubridor --ahora jubilado--, Sebastián Fernández, no titubea a la hora de relatar los acontecimientos que aún tiene muy presentes: "Recuerdo que estaba excavando cuando fueron apareciendo monedas y pensé que eran chocolatinas".

Tras el revuelo inicial que supuso este hallazgo, se produjo el traslado de las monedas a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid para su tasación, que se estipuló en 15.628.300 pesetas, siendo la moneda más valiosa una que databa de 1822 y que se valoró en 490.000 pesetas.

A partir de ahí comenzó el tira y afloja para proceder al reparto del botín. Al final, la mitad fue a parar al Estado, mientras que la otra mitad le correspondió a la Junta de Extremadura como propietaria del solar donde se encontraron las monedas. La administración regional decidió dar la mitad de su parte a Sebastián Fernández, que a su vez lo repartió entre sus cuatro compañeros y el contratista.

"Después de todo lo que se dijo que valían las monedas, nos tocó una miseria. Con unas 650.000 pesetas que nos tocaron tuve para hacer un cuarto de baño en mi casa y para dar el gotelec a las paredes, nada más. El alcalde de entonces, Francisco García Ramos, me dijo que me daría un regalo, pero aún lo estoy esperando".

En la actualidad, las monedas se encuentra bajo custodia en la caja fuerte del consistorio. Eso sí, con una de las monedas partida en dos.