Fue alcalde de su pueblo, Bodonal de la Sierra, entre 1997 y el 2007 y, tras cuatro años en la oposición, volvió a ponerse al frente de la alcaldía en las últimas elecciones municipales. Luis Cid Guerra (PP) reconoce que esta última legislatura ha sido las más complicada de su trayectoria política. La falta de ingresos y las limitaciones impuestas para sanear las arcas municipales han obligado a hacer "malabares" en los pequeños ayuntamientos.

--Ya se ha superado el ecuador de esta legislatura, ¿qué balance hace si echa la vista atrás?

-- En esta etapa, la política local no tiene nada que ver con la anterior. Con los planes de ajuste y las limitaciones en el tema económico ahora es muy difícil gobernar. Había que hacerlo por la situación económica, pero es mucho más complicado. Aunque no teníamos una deuda muy grande, hemos tenido que hacer, como la mayoría de los ayuntamientos, un plan de ajuste y para cumplir con la norma de no gastar más de lo que ingresamos, las cosas se limitan a lo mínimo: a cubrir los servicios más básicos y esenciales y a ir tirando del carro. Antes se miraba menos el dinero y muchas veces se actuaba a ciegas, ahora hay otra dinámica: un pueblo es igual que una casa y uno no puede gastar más de lo que tiene.

-- ¿A qué se ha renunciado en Bodonal de la Sierra para cumplir con ese plan de ajuste?

-- Nosotros de alguna forma hemos continuado las obras que el anterior equipo de gobierno inició y creíamos que había proyectos con los que debíamos seguir, porque yo no soy de la cultura de entramos y borrón y cuenta nueva y todo lo de antes se olvida. El recorte más importante lo hemos hecho en las fiestas.

-- Y eso, ¿lo entienden los vecinos?

-- Sí, lo entienden. En el 2011, se envió un escrito a los vecinos explicándoles que las capeas, que siempre se celebraban cinco, dos en agosto y tres en septiembre, se reducirían a tres. Y que de tener orquestas de 3.000 y 4.000 euros, pasaríamos a contratar tríos. No podía ser de otra manera, pues yo entendía que para mantener los servicios esenciales de los ciudadanos, lo lógico era recortar en fiestas porque, de alguna forma, se despilfarraba bastante dinero. En Bodonal no hemos subido los impuestos, pero hemos sido valientes y hemos recortado en festejos y la gente al final lo entiende.

---- A pesar de los recortes, ¿hay que hacer muchas cábalas para que salgan las cuentas?

-- Hay que hacer muchos malabares porque, desgraciadamente, en la administración de los municipios pequeños habría que hacer muchas reformas. Los ingresos económicos que tenemos no son iguales que los de las grandes ciudades. Yo siempre pongo un ejemplo: en Bodonal de la Sierra una farola del alumbrado público da luz a cuatro o cinco casas, en una ciudad a 80. ¿Quién tiene más posibilidades de pagarlo? Por aquí van todas las cosas. Los pueblos pequeños deberían tener otro tipo de subvenciones porque los recursos son mucho menores.

-- Pese al poco margen de inversión, ¿qué proyectos tiene en marcha el ayuntamiento?

-- Uno de ellos es terminar el pabellón polideportivo para el que, afortunadamente, el Gobierno regional nos va a conceder un dinero con el que creo que se podrá acabar y también estamos pendientes de una reforma en la residencia de mayores. Ahora no es para personas dependientes y es un problema grave porque cuando los mayores se vuelven dependientes no les podemos decir que se vayan a sus casas. Por eso queremos hacer una reforma para convertir la mayor parte de los pisos tutelados en un centro para dependientes. También vamos a recibir una subvención del Gobierno de Extremadura para acometer las obras. La residencia es importantísima, no solo para atender a los mayores, sino por el empleo que genera. Siempre hemos sembrado la cultura de que las contrataciones vayan rotando para dar empleo al mayor número de personas posible y está funcionando. Además, ya se han ejecutado otras obras para la mejora de caminos rurales con subvención de la Consejería de Desarrollo Rural.

--¿Qué otras actuaciones hay previstas hasta el final de la legislatura?

--Tenemos planes de seguir ampliando el polígono industrial, pero en estos momentos no hay dinero. Nuestra ilusión es continuar desarrollándolo para que se instalen más empresarios y se potencie la actividad económica.

-- Una de sus reivindicaciones era la mejora de las comunicaciones por carretera.

-- De la antigua comarcal 201, entre Fregenal de la Sierra y Santa Olaya, sale un ramal que pasa por Bodonal, Valencia del Ventoso, Medina de las Torres y llega a Zafra, que está en muy mal estado. Ya hemos tenido reuniones con el presidente de la Diputación de Badajoz, Valentín Cortés, que ha entendido el problema y se va a arreglar dentro del III Plan de Carreteras. La entrada a Bodonal es pésima y hace unas semanas tuvimos una reunión la mayoría de alcaldes de la zona y la diputación ha entendido que es la actuación más prioritaria.

---¿Qué peso tiene el turismo en la economía de la localidad?

-- Bodonal es un pueblo 100% ganadero y ese el principal motor económico, aunque desgraciadamente en los últimos años muchas explotaciones se han ido a pique y otros han tenido que reducir el personal. El turismo no está muy explotado. Hace unos años empezamos un proyecto en la dehesa boyal de 630 hectáreas con cabañas y un albergue, pero se ha quedado pendiente de terminar y ahora hay pocas inversiones para turismo. Una vez que la economía mejore, confiamos en que se pueda potenciar, porque Bodonal está situado en un sitio privilegiado y puede atraer muchos visitantes. Nosotros tenemos que sanear primero el ayuntamiento y después pensaremos en invertir.

-- ¿Cómo ve lo que resta de legislatura?

-- Creo que será más llevadera. Es normal lo que ha pasado, sin echar culpas a nadie, la realidad es que hay que sanear las cuentas y, como en una casa, no puedo pensar en comprarme un coche de 30.000 euros sin poner las deudas al día. Cuando las cosas vayan bien, se irán haciendo cosas con un control, por eso entiendo perfectamente las medidas y decisiones que se han tomado. No obstante, en el último mes me ha dado buenas noticias el Gobierno extremeño y creo que está entendiendo las necesidades que tenemos y al pueblo llegarán inversiones importantes para continuar con los proyectos.

--¿Cuál es su relación con la oposición?

-- Es buena. Siempre digo que cada uno debe hacer lo suyo, pero teniendo cultura política porque con el enfrentamiento no se gana la calle ni se le hace un favor a los ciudadanos. Yo no entiendo la guerra entre los partidos en un pueblo del 1.200 habitantes ni de más porque el único perjudicado es el ciudadano.

--¿Se presentará de nuevo en el 2015?

-- No lo he pensado todavía.