Un grupo de ciudadanos de la localidad de Alburquerque que se muestran contrarios a la construcción de una hospedería de lujo en el Castillo de Luna --la primera piedra se puso el 25 de enero-- forman la Plataforma de Defensa del Patrimonio de Alburquerque.

Pablo Bozas y Cándido Mayo, dos de los componentes de esta iniciativa, indican que no están de acuerdo con unas obras que modificará completamente la cara este de la fortaleza, ya que, explican, "a sus pies se construirá un edificio cuadrangular de dos plantas desde el que se accederá al resto de la fortaleza mediante un núcleo de ascensores verticales de unos treinta metros más una pasarela horizontal de unos veinte metros".