Unas 3.000 personas aproximadamente se movilizan en el conjunto de la Semana Santa de Trujillo entre mantillas, nazarenos, costaleros y componentes de bandas de cornetas y tambores.

Además del reconocimiento al trabajo bien realizado durante tantos años, la declaración de fiesta de interés turístico supone "un importante incremento turístico para nuestra ciudad y una gran repercusión", según Torres.

A su juicio, todos los momentos son interesantes, desde los traslados procesionales de Martes y Miércoles Santo, el Vía Crucis Penitencial del Lunes Santo y las procesiones Magnas de Jueves y Viernes Santo, sin olvidar la Procesión del Silencio y "la entrada de la última imagen, el último día por la puerta del Templo de San Francisco".