José Antonio Redondo, alcalde de la ciudad, reiteró en varias ocasiones en su última comparecencia, que «será inflexible en todas las cuestiones relacionadas con el patrimonio histórico de Trujillo», de cuya concejalía es responsable en el consistorio.

Así, el edil remarcó que hay normas que no se están cumpliendo en la ciudad y señaló concretamente las tocantes al cableado de la plaza Mayor, que durante un tiempo se ocultó y en los últimos años ha vuelto a descubrirse.

«Puedo ser flexible en cualquier cosa, menos en la historia y el patrimonio de la ciudad. Es la única forma de preservar lo que hemos heredado del pasado», subrayó Redondo, que recordó que es lo que hacen todas las ciudades con un empaque patrimonial importante.

Igualmente, el alcalde hizo hincapié en la inversión que dedicó el ministerio correspondiente en su momento para ocultar dicho cableado. «Costó un dineral y en estos años he visto que ha ido apareciendo y además, de varios colores, para que se vea bien que hay cables», afeó.

Al parecer, del ayuntamiento hay uno, que desaparecerá con la ayuda de la nueva plataforma con la que se puede acceder a diversas alturas. «El resto, son de particulares, que tendrán que cumplir con las normas de protección del casco histórico y volver a ocultarlos», confirmó el dirigente.