El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, inauguró ayer en Alcuéscar la residencia de ancianos Amada Corral, una instalación de nueva construcción en la que se han invertido 620.000 euros. Cuenta con treinta plazas, de las que veinte son para usuarios con autonomía y el resto para personas dependientes.

Acompañado por el alcalde del municipio, José Antonio Nieto, Rodríguez Ibarra subrayó que la apertura de esta residencia "es un acto para sentirse en paz y patriota". Se preguntó al respecto por qué los que ensalzan su condición patriótica no se han preocupado de quienes, durante mucho tiempo, "solo entregaron su esfuerzo y trabajo, demostrando que Extremadura ha querido siempre más a España que España a Extremadura". Agregó que la Junta está construyendo numerosos geriátricos para suplir, "mediante buenos servicios y personal", el afecto del que carecen algunos mayores.

Ibarra también resaltó que se ha dado "un salto cualitativo" al reconocerse la atención a la dependencia como un derecho, aunque lamentó que sobre esta materia se hable muy poco, "porque estamos enfrascados en debates absurdos", dijo, en alusión a la salud del terrorista De Juana.

Por su parte, el alcalde consideró que la residencia constituye "el pago obligado de una deuda de gratitud" contraída con los mayores, e indicó que es fruto de muchos años de "sacrificio" para que el municipio sea referencia sociosanitaria. El centro ofrece fisioterapia, terapia ocupacional, podología, peluquería y psicología, entre otros servicios.