Esta localidad está integrada en la comarca de Montánchez y se encuentra a muy poca distancia de los núcleos con mayor riqueza histórica y cultural de la región. Por otra parte, su proximidad a la Sierra de San Pedro y varios embalses, con los que cuenta a su alrededor, hacen de Aldea del Cano un lugar idóneo para enriquecer el patrimonio cultural y buscar unos días de descanso en contacto con la naturaleza.

El único documento histórico que se dispone es del siglo XIV, tenía que ver con el castillo de Garabato, en ese período ya estaba fundado el pueblo. Dice la tradición que Aldea del Cano nació por una venta denominada la venta del Cano , aunque no hay documentos que lo respalden. Se sabe que la zona estaba poblada desde la Era Prehistórica y de ello dan fe los restos prehistóricos del dolmen de la dehesa de Garabato. También existen utensilios prehistóricos encontrados sobretodo en la dehesa de la Talaya y Santiago de Bencaliz.

Otro testigo de la historia son las tumbas pétreas que rodean el pantano. También hay restos de la fortaleza romana de Garabato. Más desconocida es la presa romana con su propia canalización y calzada. Su historia también incluye a los árabes, su presencia se ve reflejada en los dos castillos situados en la Arguijuela, hoy dedicados a usos turísticos y muy bien conservados. Existió también una fortaleza árabe, actualmente destruida.

EDIFICIOS RELIGIOSOS

A finales del siglo XV se construye la iglesia parroquial de San Martín, constituida por tres retablos. El templo es sólido por sus muros de sillería y por la voluminosa torre que se adosa a sus pies. De sus tres retablos, el mayor es una obra clasicista de los primeros años del siglo XVII, con varias tallas de las que destaca, especialmente, la de San Martín.

La ermita de Nuestra Señora de los Remedios, está reformada desde finales del siglo XIX. En su interior se conserva el retablo mayor de la primera mitad del siglo XVIII, recargado con distintos motivos decorativos que alberga una imagen de la virgen de los Remedios. Alrededor de la construcción de la iglesia comenzó a surgir la edificación de casas de campesinos, las casas solariegas y los palacios. Entre ellos debemos destacar la casa parroquial , la de Doña Angela y el palacio de Lillo .

De sus alrededores, destaca el valle del Hito Vallejito. Sus manantiales, considerados de gran interés, destaca la Fuente Ballestera y el Pozito o los abrevaderos que son utilizados, en muchas ocasiones, para la pesca.

Aldea del Cano debe mucho de su crecimiento a la carretera nacional 630 y al ferrocarril. La localidad es, actualmente, paso obligado de la Ruta de la Plata.