Cuando en 1920 se descubrió el denominado Tesoro de Aliseda, se desveló que el origen de esta localidad es anterior a Cristo, gracias a los vestigios del final de la Edad de Bronce encontrados en la Sierra del Aljibe, que datan de la época del tesoro. El lugar seguramente fuese una sepultura enclavada en un pequeño cerro hoy alterado por el crecimiento del pueblo. Piezas de oro (una diadema completa y parte de otra, brazaletes, un torques, un cinturón que forman diversas placas, pendientes, piezas de collar, un cuenco, sellos giratorios, sortijas y anillos...) piezas de plata (un braserillo y restos de recipientes...) y de bronce (un espejo), así como un posible afilador de piedra, una vasija completa de vidrio y fragmentos cerámicos. El Tesoro de Aliseda es importante por la cantidad y la calidad de lo hallado: la complejidad decorativa de los ejemplares de oro, las técnicas de filigrana y repujado, la existencia de detalles ornamentales figurados que lo han convertido en el máximo exponente de la orfebrería oriental importada en el Mediterráneo occidental cuya fecha de fabricación se fija unos 625 años antes de Cristo y que actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico de Madrid.

Aliseda está en la frontera entre la Sierra de San Pedro y la penillanura cacereña. Su ubicación excepcional han propiciado que la arquitectura y su diseño urbanístico sea muy diferente del resto de poblaciones del entorno. Entre sus edificios más destacables podemos mencionar la iglesia de la Asunción, edificio de mampostería y sillares construida en el siglo XVII, otro edificio del mismo periodo es la Casa Parroquial. Su arquitectura tradicional la componen casas de labranza encaladas construidas en adobe. En la plaza Mayor se encuentra una fuente del XVIII a la que aún se acude en busca de agua procedente de la Sierra del Aljibe. Ya en plena Sierra de San Pedro se halla la ermita de Nuestra Señora del Campo, patrona de Aliseda, un edificio del XVI que alberga una talla policromada de una Virgen con Niño de época románico-gótica.

Aliseda es un paraíso para los amantes de la caza, reserva incomparable que ha generado un incipiente negocio y mucho ambiente en la localidad. Las monterías son todo un acontecimiento en Aliseda, de hecho en su gastronomía están presentes todos los guisos derivados de la actividad cinegética (lomo de venado, guiso de ciervo o jabalí...) Junto a las monterías destacamos productos como el corcho, la miel y polen y los embutidos. En sus alrededores existen zonas de increíble belleza con la Sierra de San Pedro, la Sierra del Aljibe o el Cancho de la Plata, que cuenta con poblaciones de buitre negro y leonado.