El Ayuntamiento de Coria instalará unos registradores en distintos puntos de la localidad con el fin de poder detectar con mayor exactitud el día, la hora, el lugar y la duración de cada corte de luz que tenga lugar en el término municipal, algo que hoy día aún no es posible. Cada registrador costará 3.000 euros que deberá pagar el ayuntamiento.

Uno de los aparatos se instalará en la barra de propiedad municipal que sale desde la subestación de Iberdrola y otro donde determinen responsables de la Junta de Extremadura. Esto le permitirá a la Junta controlar y registrar cada corte de luz con el fin de conocer con qué frecuencia ocurre y qué zonas son las afectadas para así poder detectar las carencias del sistema y subsanarlas.

En el año 2002 el ayuntamiento recibió un total de 40 reclamaciones por cortes de luz presentadas por los vecinos. En dichas quejas los afectados exponían que los apagones eran los culpables directos de los daños causados mayoritariamente en los motores de sus frigoríficos y fuentes de alimentación de ordenadores. Gregorio Martín, gerente de Emdecoria, empresa suministradora de energía eléctrica en el término municipal, explica que, "aún no es del todo demostrable que los cortes de luz sean los causantes directos de dichos daños".

Aunque, "una vez que se instalen los registradores sí nos permitirán --dijo-- hacer una valoración más exhaustiva de los daños que ha podido ocasionar un determinado corte de luz".