El resultado de las buenas labores del manejo del olivo, y principalmente del suelo, está logrando una mayor biodiversidad y calidad del producto de la aceituna y del aceite de oliva, que genera más empleo y una mayor conservación de la flora y la fauna: conejo, liebre, perdiz e incluso lagarto ocelado, muy dependiente de los insectos, entre los que destaca la abeja, que también se beneficia de la conservación de las herbáceas en el olivar, según Ecologistas en Acción Granadilla.

Todo esto, añade la asociación, repercute en la economía de los colmeneros de Las Hurdes, que tienen un producto bueno y de calidad en su miel. Por otro lado, con esta práctica aumentan las especies cinegéticas.

Ecologistas en Acción Granadilla lleva más de quince años poniendo en práctica un proyecto de creación de setos vegetales con romero, tomillos de varias clases, e incluso madroños, disperso por el olivar, y deduce que es más barato desbrozar en zonas de pendiente en las sierras y el uso de trituradoras acopladas a tractores para picar los restos de poda, que se incorporan al suelo potenciando la humedad.

Carlos Pino, responsable del área campesina de la citada asociación, cree que el olivar podría ser un nicho de empleo para los jóvenes de las tres comarcas.