A las doce del mediodía las calles de Arroyo de la Luz ya estaban abarrotadas. Vecinos y visitantes se encontraban a la espera de que alrededor de 140 jinetes, menos que la pasada edición, iniciaran su salida desde la plaza de San Sebastián hasta la de la Constitución.

El buen tiempo ha acompañado a la fiesta grande de la localidad cacereña, declarada de interés turístico regional, que este año ha congregado a 15.000 personas, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil. A los lados de la calle Virgen de la Luz, la que une las dos plazas, y en los balcones, los asistentes disfrutaban, en compañía de familia y amigos, de la carrera de caballos mientras tomaban el aperitivo.

De dos en dos, de tres en tres, y algunos de ellos solos, han atravesado la Corredera en poco más de un minuto. La primera vuelta ha concurrido sin apenas incidentes, a excepción de la caída leve de un jinete, que ha parado durante unos minutos la carrera.

Desde los altavoces una voz avisaba de la peligrosidad del encuentro, que este año ha contado con 26 agentes de seguridad privada situados en los balcones y accesos del trayecto, además de varias ambulancias del DYA y numerosas patrullas de la Guardia Civil.

Una vez finalizada la segunda vuelta de jinetes y amazonas, en torno a la 13.30, ha tenido lugar el desfile de las cinco carrozas temáticas, a esta hora con menos sol y algo de nubes, que han participado en esta edición. Aladín, el Grand Prix, enfermeros, toros, sumos y gheisas, llegando a sumar más de 140 carrocistas, paseaban a ritmo de la música. A su alrededor, jóvenes y mayores disfrutaban del día de su patrona y esperaban las últimas dos vueltas de los caballos.