Asaja Extremadura reclamará a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) los daños que han sufrido unas 900 hectáreas de diversos cultivos, principalmente en La Vera, por el desembalse del pantano de Rosarito al cauce del río Tiétar, que se hizo «tarde y mal», según el presidente de la organización agraria, Ángel García Blanco, quien critica la decisión de abrir compuertas «al máximo» por el último frente de borrascas, lo que ha producido inundaciones hasta zonas como ‘La Bazagona’.

Se han «destrozado» semilleros de tabaco y plantaciones de espárragos, se han reventado muros de contención como el de Rivero Grande de Jaraíz, se ha arrastrado capa vegetal y se han abierto socavones en el terreno, con unos 300 agricultores afectados. «Todo ello agravado por el abandono del cauce del río Tiétar, que está realmente sucio y provoca desvíos, y por la prohibición de extraer áridos, lo que lleva a que el río carezca de profundidad y se expanda con poco nivel», lamenta Asaja.

Desde esta organización se pide a la Junta de Extremadura que, tras normalizar la situación, desplace a técnicos que evalúen los daños. Solicita una coordinación entre los ayuntamientos y mancomunidades y la apertura de oficinas de reclamaciones para los afectados, así como el cese de «todos los responsables».