La asociación de diabéticos de Coria y comarca, constituida en mayo del 2001, continúa parada "por la falta de un local", dice su presidenta María Isabel Marina. Esta explica que hace más de un año solicitó al ayuntamiento la cesión de un espacio que sirviera de sede para la asociación y facilitar así el acceso del público.

Después de un año la asociación sigue esperando una sede y por ese motivo, "nos sentimos como si no existieramos porque no podemos trabajar para el público". Una sede es "imprescinsible" según Marina. Informar y orientar a diabéticos e insulino dependientes con profesionales son algunos de los objetivos que este colectivo tenía previsto realizar durante todo el año y que no es posible por la falta de medios. La presidenta asegura que esta asociación, "es necesaria y el hecho de no poder hacerla funcionar es un retraso para Coria".