Una o varias personas desconocidas han secado, mediante la fumigación con herbicida, catorce cerezos de cinco años en la finca propiedad de Amancio Fernández, ubicada en el límite de los términos municipales de Piornal y Cabrero.

En este sentido el propietario de los cerezos atacados señaló ayer a este diario que "la cura" ha sido realizada sobre los injertos de los árboles hace algún tiempo, "lo que ocurre es que hasta que no ha venido la primavera y han brotado no nos hemos enterado de lo que pasaba".

Por otra parte Fernández, tras catalogar lo ocurrido como "terrorismo ecológico", señaló que el porcentaje de brotes que han salido de los injertos practicados es muy inferior al normal, "y los que hay se nota que están enfermos, por lo que se secarán".

En cuanto al valor material de los daños causados dijo que "es muy difícil de calcular". Sin embargo, en base al estudio realizado por los técnicos, sí se mostró seguro de que "han sido fumigados con glisofato después de llevar a cabo los injertos a mediados del pasado mes de enero".

Por último, la fumigación realizada en el cerezal de Amancio Fernández no es un hecho aislado, ya que con anterioridad han tenido lugar ataques a otras plantaciones propiedad de vecinos de Piornal.