Valentina González, de 73 años, sufrió hace dos semanas un ataque en su casa de Villamiel. Dos personas la amordazaron, la amenazaron de muerte con un cuchillo y la patearon para robarle todos sus ahorros, los cuales tenía guardados en una caja de seguridad con la que dieron los asaltantes.

Los malhechores comprobaron que esta mujer pasa muchas horas sola en su vivienda, ya que el yerno e hijo con los que residen pasan gran parte del día en el campo realizando labores agrícolas, según explica ella misma a Europa Press Televisión, visiblemente emocionada al recordar el angustioso suceso.

"Yo sentí que se soltaron los cristales y se rompieron, pero pensé que era un gato", comenta ante de explicar que al salir al pasillo vio a uno de los ladrones que la redujo al momento. "Me cogió y me tiró para atrás de costillas, sonó la cabeza y dije ya te mataste (Valentina)", rememora antes de detallar que al instante el atacante la hizo callar diciéndole "no, ya la mataré (yo)".

Según indica, los atracadores accedieron a la casa por la verja anexa a la puerta principal que da al patio y a una ventana de la casa, que aún permanece sin cristal y en la que su hijo ha instalado una reja, por la que entró el hombre que la inmovilizó, quien abrió la puerta principal al acompañante, mientras la anciana yacía en el suelo maniatada.

Mientras que uno de ellos la "pateaba toda", según observa llevándose la mano a la cabeza, "el otro buscaba" el dinero por las estancias de la casa, provocando desorden en cajones y desperfectos a los armarios de la casa, de donde sustrajeron los 9.000 euros que la mujer guardaba bajo llave en su caja fuerte.

"Me ataron toda, por la boca, cuello, manos y pies", precisa mostrando uno de sus pañuelos empleado por los ladrones para intentar acallar sus gritos. "Yo gritaba pero él me decían que si no me callaba me mataría", relata señalándose el cuello, ante lo que asevera, "con un cuchillo aquí", le dijeron, "te cortaremos el cuello y te mataremos". "Me patearon toda".

Los atacantes, que también se llevaron "un sobre con las perritas" que iba guardando para su nieto, entraron en su casa hacia las 1300 horas, actuaron a cara descubierta y en media hora consiguieron el botín que buscaban.

Tras la huida de los intrusos, Valentina permaneció horas postrada en el suelo, todavía "amordazada" y con el cuerpo dolorido de los golpes recibidos. Fue su yerno, que reside en el piso de arriba, quien la halló inmovilizada.

Contusiones

Como consecuencia de los golpes recibidos, esta septuagenaria presenta diversas contusiones en piernas, brazos, espalda e incluso en la cabeza, la cual se descubría, retirándose el pañuelo, para mostrar las secuelas de la agresión.

Lo que más entristece a Valentina de la situación sufrida es que antes del asalto podía desplazarse por su vivienda "regar las flores y hacer otras tareas", como darle de comer a sus gallinas, pero desde lo acontecido se ha quedado sin capacidad de moverse y la tienen que ayudar sus familiares en cualquier desplazamiento.

Su hijo Andrés se muestra convencido de que los ladrones "sabían perfectamente que había dinero en la casa" y también que Valentina "pasaba mucho tiempo sola". Recuerda el modo en el que trataron a su madre al señalar que "le amordazaron " y le "pegaron golpes y patadas" que le causaron "lesiones en piernas, espaldas, brazos y en la cabeza".

Asimismo, subraya que antes de lo ocurrido a su progenitora semanas atrás, ésta salía al corral, ahora, en cambio, se ve obligada a "vivir como en una cárcel" ya que no "puede moverse" y depende de su cuñado y él "para todo".

Tras reiterar que es un suceso "sorprendente" para un pueblo de 600 habitantes, donde todos se conocen, mostró cierto alivio al explicar que al menos uno de los atacantes ya ha sido detenido.