La crisis del coronavirus sigue suponiendo un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Trujillo, no solo por los dos contagios registrados en las dos últimas semanas, sino por la incertidumbre que supone el panorama sanitario actual a la hora de tomar cualquier decisión municipal.

Sin ir más lejos, José Antonio Redondo, alcalde de la ciudad, que compareció ayer ante los medios de comunicación para dar cuenta del estado del municipio frente a la pandemia, confesaba que aún no se tiene decidida la apertura de las guarderías municipales, debido, por supuesto, a la crisis sanitaria.

De esta manera, el edil aseguró en su intervención, que «no tiene nada claro que los padres estén decididos a llevar a sus hijos a este espacio» y que sabe que, actualmente, «hay familias que se están planteando recurrir a otras alternativas, como la contratación de personas que puedan hacerse cargo de los niños en casa, en vez de contar con el servicio de la guardería municipal».

En cualquier caso, aseguró que «la guardería está preparada», para, en caso de que exista demanda, abrirla con un estricto protocolo preventivo frente al virus, como la realización de test a los empleados o un control exhaustivo de los usuarios.

Asimismo, el dirigente trujillano añadió que «se trata de una variable compleja» y que no depende solo de la voluntad del ayuntamiento. «La apertura de las guarderías va desde la consejería de Educación hasta los padres», reflexionó el edil.