Los últimos pétalos de los cerezos del Valle del Jerte están a punto de caer al suelo, excepto en algunos parajes de sierra, como ocurre en Piornal, donde este fin de semana todavía quedaban algunas plantaciones de este árbol en plena floración. Se cierra así un ciclo que ha afectado a la floración de un millón de árboles, retrasada en el tiempo por las bajas temperaturas registradas el pasado invierno, "lo que ha resultado muy positivo", en cuanto al número de turistas que han visitado la comarca para contemplar este impresionante espectáculo natural, según han confirmado el presidente de la agrupación de municipios, Félix Díaz, y el presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural (Aturvajerte), Luis Morán.

Ambos han coincidido a la hora de señalar que en la cifra final de visitantes ha influido de forma "muy favorable, lo escalonada que se ha producido la floración". También ha contribuido a aumentar el número de visitantes la declaración de Interés Turístico Nacional que ha recibido este año la Fiesta del cerezo en flor , aunque el presidente de Aturvajerte estima que "cuando comenzará a notarse de verdad será en los próximos años".

Sin embargo aseguraron no tener datos concretos acerca de los miles de personas que han pasado por el Valle del Jerte, si bien en determinadas fechas la afluencia de personas "ha sido masiva". En la cruz se sitúan las retenciones de vehículos originadas en lugares, como el puente de la N-110 sobre el río Jerte a su paso por Cabezuela del Valle.

En este sentido, Luis Morán, indicó que "hay que potenciar y mejorar las infraestructuras", incluyendo las carreteras de las laderas de la montañas, para facilitar la visita a los turistas, "y descongestionar la N-110".